Hola. Bonjour. Ni hao. Hello. ¿Cuántos de estos saludos reconoces? ¿Hablas más de un idioma en tu casa? ¿Tu hijo lo hace? Cada vez más, la respuesta a esa última pregunta es ‘sí’. El aprendizaje de dos idiomas está en aumento en gran parte del mundo y eso es algo grandioso. Investigaciones han demostrado de manera concluyente que el aprendizaje simultáneo de dos o más idiomas tiene múltiples beneficios.
Ventajas de la formación bilingüe
Tradicionalmente, las personas han estudiado una segunda lengua debido a los beneficios culturales, socioeconómicos y de competitividad profesional. Incluso hay estudios que cuantifican el mayor potencial de ingresos para quienes dominan un segundo idioma. Pero los aspectos positivos del bilingüismo van mucho más allá de esto:
- Mejora en las «Funciones ejecutivas» (FE): como un controlador de tránsito aéreo, las FE te ayudan a identificar, planear y ordenar los pasos para alcanzar un objetivo específico, concentrarte y tener en mente múltiples piezas de información simultáneamente. Usar y cambiar entre varios idiomas es como un curso de capacitación avanzada en funciones ejecutivas, que ayuda con una serie de tareas relacionadas con la escuela (pensar: leer, matemáticas).
- Aumenta el pensamiento divergente: la capacidad de generar múltiples formas de resolver un problema mejora cuando una persona conoce varios idiomas.
- Beneficios posteriores para la salud: las investigaciones muestran que el bilingüismo a lo largo de la vida puede contribuir al retraso en la aparición de la enfermedad de Alzheimer.
- Beneficios emocionales: para los niños que dejan su país natal para llegar a otro con un idioma diferente, el bilingüismo les permite experimentar un sentido de pertenencia tanto a la comunidad anterior como a la nueva. Comprender las tradiciones y las costumbres también será más fácil si son capaces de hablar y entender su lengua materna.
¿Cuándo debo empezar?
La capacidad de un niño para dominar un idioma se maximiza cuando está expuesto a ella desde el principio, comenzando en los primeros meses de vida. De hecho, según Patricia Kuhl, los bebés a los 7 meses de edad tienen una notable habilidad para diferenciar sonidos de cualquier lenguaje global. A los 12 meses, su capacidad para comprender su propio idioma ha mejorado, pero su capacidad para identificar sonidos únicos en otros idiomas ha disminuido significativamente.
¿Significa esto que sólo tienes una ventana de 5 meses para enseñarle a tu bebé un nuevo idioma? No en absoluto. Pero significa que cuanto antes expongas a tu hijo a un segundo idioma, mejor. Nunca es demasiado tarde, por supuesto, aunque la curva de aprendizaje se vuelve mucho más pronunciada después de los 7 años.
No sólo es importante el tiempo sino también la calidad de las interacciones. La capacidad de un bebé para aprender un segundo idioma disminuye significativamente si la exposición es a través de una pantalla (por ejemplo, televisión o computadora) frente a una interacción en persona. Sobre todo, valora las conversaciones en persona donde tu bebé pueda observar tu boca, tu lengua, tu cara mientras tu (u otros) se comunican. Esto los ayudará a captar pistas más rápido.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a ser bilingüe?
Si el niño está creciendo en un hogar en el que al menos uno de los padres es bilingüe, existen dos líneas principales de pensamiento:
- Un padre, un idioma: bajo esta estrategia, cada padre debe apegarse a uno de los idiomas de forma permanente. Los resultados son mejores cuando el enfoque es coherente (sin cambios y mezclas de idiomas) y el bebé está expuesto significativamente a cada idioma de forma independiente.
- Uno en casa, uno fuera del hogar: en esta estrategia los padres se adhieren exclusivamente al idioma extranjero en el hogar para proporcionar una base sólida. Fuera del hogar, generalmente en la escuela, se aprenderá el idioma local.
Si el niño crece en un hogar donde ninguno de los padres es bilingüe (pero donde los padres quieren que su hijo logre la fluidez de un segundo idioma), éstos deben encontrar una manera de reforzar el idioma no nativo a diario (o con la mayor frecuencia posible). La solución más obvia es matricular a sus hijos en un programa de inmersión en la escuela u otro programa académico riguroso de lenguaje. Para bebés y niños pequeños, los padres que estén mínimamente familiarizados con otro idioma también pueden:
- Léerle a su hijo. Leer libros infantiles en el segundo idioma es una forma sencilla de practicar juntos, ya que las ilustraciones a menudo están vinculadas a la historia y el vocabulario no es demasiado complejo. ¡Encontrar libros bilingües de «primeras palabras» es un gran comienzo!
- Exponer a su hijo a hablantes nativos. Cuando pienses en niñeras, busca una que sea bilingüe. O si estás considerando una guardería o jardín infantil, pregunta si son bilingües.
- Buscar programas bilingües en tu zona deresidencia: muchas bibliotecas y otras instituciones organizan eventos frecuentes como lectura de libros o grupos de juego para reforzar la exposición de los niños a un segundo idioma.
Sin importar cómo introduzcas otro idioma, debes saber esto: el aprendizaje de la primera lengua de tu hijo no se verá perjudicado. En contraste con el pensamiento de la «vieja escuela» que decía que aprender dos idiomas podría, de alguna manera, retrasar el progreso del aprendizaje del primer idioma de un niño, ahora sabemos que los cerebros de los niños son mucho más capaces de equilibrar dos lenguas. Claro, puede haber ocasiones en la que tu hijo tenga que hacer una pausa y pensar qué palabra necesita, pero al final del día, el aprendizaje de la segunda lengua será una gran ventaja para el mundo global actual.
References: http://www.smithsonianmag.com/science-nature/babies-raised-bilingual-get-language-benefits-44301239/#sIKbBiTQPuQft6yk.99 (Werker)
University of Washington. «Bilingual babies’ vocabulary linked to early brain differentiation.» ScienceDaily. ScienceDaily, 29 August 2011. <www.sciencedaily.com/releases/2011/08/110829070559.htm>. (Kuhl)